El jugador chileno de tenis de mesa, Juan Lamadrid Barraza, fue condenado a seis años de prisión por abuso sexual agravado con acceso carnal, según dictaminó la Justicia en las últimas horas. La denuncia fue realizada por la deportista argentina Cielo Rotryng Álvarez, quien acusó a Barraza de haberla agredido sexualmente en 2017, cuando tenía 14 años, durante un evento en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (CENARD).
Detención y Extradición
Tras la denuncia de Cielo en 2022, Interpol capturó a Lamadrid Barraza en septiembre de ese mismo año en Chile. La detención fue solicitada por el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N° 40 de Argentina, que ordenó su extradición. A finales de 2022, la Policía Federal Argentina lo trajo al país para enfrentar los cargos.
Sentencia y Consecuencias
El juez Gustavo Alterini dictaminó una pena de seis años de prisión para Lamadrid Barraza, cuya condena concluirá el 20 de septiembre de 2028. Además, se ordenó la extracción de muestras de ADN del condenado para incorporarlas al Registro Nacional de Datos Genéticos Vinculados a Delitos contra la Integridad Sexual, dependiente del Ministerio de Justicia de la Nación.
Declaraciones de la Denunciante
Cielo Rotryng, al ser notificada de la condena, expresó a TN: “Tengo muchas sensaciones, pero por fin se terminó. Siento que valió la pena luchar, que no todo está perdido”. Cielo había revelado detalles del ataque ocurrido el 14 de diciembre de 2017, durante el Abierto de la República Argentina de Tenis de Mesa en el CENARD. En su relato, destacó el apoyo recibido de las autoridades del CENARD y la Federación Argentina de Tenis de Mesa (FATM), así como de otras jugadoras y la comunidad deportiva.
Impacto y Repercusiones
Desde la denuncia, Lamadrid Barraza había dejado de acudir a sus lugares habituales y centros de entrenamiento en Chile. Su arresto, logrado 28 días después de hacerse pública la denuncia, marcó el inicio de un proceso judicial que culminó con la condena anunciada.
Este caso subraya la importancia de la valentía de las víctimas para denunciar y buscar justicia, y destaca el apoyo y la solidaridad de la comunidad en situaciones de abuso y violencia sexual.
