En este día contamos con la participación de Leonardo Castellani, artista plástico, profesor de escultura y modelo vivo.
Leo nos cuenta que su familia llegó a nuestra ciudad en el año 1978, su padre había conseguido trabajo aquí, por lo tanto se estableció desde muy pequeño en Villa gesell, donde cursó sus estudios iniciales y primarios.
A una corta edad, junto con su hermano comenzaron a tomar clases de dibujo y pintura con su padre. Su primer contacto con la escultura fue a la edad de 9 años en el taller de Dibujo y pintura dictado por el profesor Carlos Molina en La Casa de la Cultura.
Al finalizar sus estudios secundarios, comenzó a cursar en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón (actual UNA) y luego en la Escuela de Bellas Artes de la Nación Ernesto de la Cárcova.
Dio vida a distintos proyectos escultóricos para diversos espacios públicos de nuestra ciudad, los cuales podemos contemplar en distintos puntos, algunos de estos como El Homenaje a los pioneros, ubicado en paseo 105 y avenida 2. Luis Alberto Spinetta, en la fachada del edificio de la Secretaría de Cultura y Deportes, y Ernesto «Che» Guevara en 107 y playa.
¿Por que entre las diferentes disciplinas artísticas, te inclinaste fundamentalmente a la escultura? ¿Que otras predilecciones tenes dentro del arte?
Mi acercamiento a la escultura está relacionado directamente con la ciudad. De chico veía a mi padre pintar y recibí lecciones de dibujo y pintura tanto de él como en el taller de Alejandro Viladrich a donde concurrimos. Pero fue cuando se abrió un taller de clases de escultura municipal, donde tuve mi primer contacto con la escultura.
La pintura también es una tarea a la cual me he dedicado desde chico y con constancia. Es un mundo diferente al de la escultura, que ocupa la mayor parte de mi tiempo. Paisajes, cielos, el mar, son temas que escapan a la escultura, (sólo se puede uno acercar con alegorías); la pintura en eso es más abarcativa.
¿Para vos cual es la importancia de utilizar el arte como estandarte y/o referencia cultural?
El arte, en cualquiera de sus ramas, yo lo veo como un oficio, un trabajo a tiempo completo.
Ligado a la sociedad en donde se desarrolla. Muestra el estado espiritual de los pueblos. No los provoca, sino que los evidencia. Y esto más allá de si el artista es consciente de ello o no. Cuanto más profunda es la obra se torna atemporal, aunque el tema sea algo referido a un momento histórico particular.
También veo el arte como el conocimiento del entorno donde uno vive: personas, fauna, flora,geografía, características climáticas, y todas las maneras de relacionarse con la naturaleza dónde está la fuente de todas las formas y de la cual, por otra parte, somos parte.
¿Cómo fue tu evolución técnica a lo largo de tu trayectoria para dar como resultado la elección de los materiales que utilizas actualmente? ¿Hubo momentos relevantes que te influenciaron drásticamente en cuanto a tu trabajo?
La técnica la veo como la herramienta para realizar una obra. Hay muchas técnicas. Una las une que es el modelado en arcilla, donde comienzan todas las ideas a transformarse en maquetas, bocetos, estudios.
A partir de la maqueta trabajo en el material de la figura final, y según el tema que representar y el lugar donde irá colocado (estas dos características influyen desde el comienzo, ya en el planteo de las primeras ideas y maquetas) surgirá cual material será el adecuado, por lo tanto que técnica se utilizará.
La técnica a la cual llegué, llevado por las características de nuestra ciudad, es la chapa batida, chapa de bronce o cobre cortada, batida y soldada. Estos metales resisten el clima marítimo y aunque la chapa es fina el interior está vaciado en hormigón armado que le da gran resistencia y fijación. El metal de la chapa, a su vez, protege los hierros del interior del hormigón.
Cuando Pujia vio nuestras esculturas y habló conmigo y con mis padres, al poco tiempo fuimos a su taller de visita y aún recuerdo lo maravilloso que era ese taller y las obras hechas y en realización que había. (Visité muchas veces posteriormente este mismo taller, donde el maestro Antonio me aconsejó y orientó, pero aquella primera impresión se mantiene nítida).
Cuando realicé, muy chico, un escudo de un león rampante para un barrio de la ciudad de Mar del Plata, lo terminé in situ, a 5 metros de altura en un espacio público, y comía con todas las personas que trabajaban, como uno más.
También los viajes, ver monumentos, museos, donde se ven obras magníficas que parecen decirte que nada es imposible de hacer.
El Cristo en piedra de Santiago Apóstol, por más que había sido proyectado ya desde el planteo de los arquitectos mucho tiempo atrás y yo también realicé maquetas y estudios, siempre lo ví como una utopía: una piedra enorme que habría que traer desde fuera de la ciudad, un trabajo de mucho tiempo. Y sin embargo un día me encontré buscando, eligiendo la piedra en una cantera de Mar del Plata y luego trabajando en esa talla.
¿A quiénes considerás como referentes? ¿ De qué manera pensás que aportaron estos en tus trabajos? ¿Qué tomás de cada uno?
Mis referentes o maestros diría mejor, han sido el escultor Antonio Pujía, el pasador en
piedra Ramón Castejón, el pintor Ernesto Murillo, mi padre arquitecto. También admiro la obra del mendocino Roberto Rosas, y de los grandes artistas de todos los tiempos, que siguen enseñando con sus obras cada vez que uno puede verlas en directo.
Las influencias no son estáticas me parece, sino que se renuevan al afrontar una nueva realización. Es allí donde vuelven a resonar todas las lecciones y enseñanzas, cada vez con un punto de vista nuevo.
¿En estos momentos estas trabajando en algún proyecto y/o dando clases a través de alguna plataforma?
Si, las clases dependientes de Cultura del municipio, las sigo dando de forma virtual, y en el taller sigo trabajando en proyectos para la ciudad.
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Entrevista a Ismael Dajczak | Entrevista a Carolina Kletzel | Entrevista a Anibal Zaldivar | Entrevista a María de los Ángeles Lazarte
Nos vemos la próxima!
