Hoy nos cruzamos con Cande en la entrada de la playa al bosque mientras hacíamos tomas fotográficas para la página, y llorando nos pidió ayuda.
Fue difícil entender en un principio lo que sucedía, ya que las lagrimas desconsoladas de Cande no encajaban con la imagen de un día soleado en la que muchas personas, hombres, mujeres y niños salieron a disfrutar.
¿Qué había pasado? A plena luz del día, donde el bosque estaba literalmente lleno, sucedió lo impensado, un hombre, si es que así lo podemos llamar, se estaba masturbando frente a ella, quién como casi siempre se fue a desayunar y disfrutar del bosque, pero esta vez se encontró con un panorama que, lamentablemente, marcará su día a día.
Hoy te escribo como alguien más, me alejo de lo que es informar y ser «correcto» a la hora de escribir, porqué esto superó ampliamente todo mi ser, hoy te escribo y te cuento que una piba sufrió un hecho qué nadie quiere pasar, hoy un enfermo sembró el terror en esta joven.
Y no es la primera vez, este sujeto ya es «conocido» entre las chicas, sin ir mas lejos, minutos después de esto, se dio aviso a 2 mujeres que se dirigían hacia el bosque y obvio, su cara de miedo lo dijo todo, pero lo que mas me desconcertó fue oír decirlas que ya sabían de lo que hacia este hombre.
¿Como llegamos al punto de normalizar esto? ¿Por qué dejamos a merced de la suerte lo que pueda llegar hacer este hombre? ¿Donde está la seguridad para que todos y todas podamos disfrutar de nuestros espacios? ¿Que estamos esperando para solucionar esto? ¿Y si el día de mañana pasa algo mas?
Hoy Cande se animó a contar lo que sucedió, y esperemos que tomen conciencia de que esto se puede ir de las manos, y que no hay que esperar a que pase algo y luego lamentarnos.
Te dejo las palabras de Cande y le mandamos mucha fuerza para que este mejor!
