

No hay límites geográficos para celebrar la vida. La emoción cuando esos pequeños guerreros logran superar las adversidades que el destino les pone por delante es superior a cualquier cosa que se precie de ser noticia.
Martín Chávez o Martincito, como lo bautizó la comunidad médica y las personas que conocieron su historia en VIlla Gesell, ganó y pudo festejar con su familia la última quimioterapia con la que venció a la leucemia.


“Hoy es mi última quimio. Vencí al cáncer”, se leía en los carteles que su familia preparó para llevarlo a la última sesión de quimio que durante dos años lo ayudaron a salir adelante, eso y el amor incondicional de la familia y de aferrarse a que todo es posible al no bajar los brazos. Pasó por seis largos bloques de tratamientos, pero finalmente el día y el deseo de aferrarse a la vida llegó, Martincito pudo.
La información fue compartida en el grupo de Facebook “Donar médula es dar vida”, en donde se puede encontrar info de los múltiples casos que hay en Argentina de niños, niñas y adolescentes que esperan por un donante compatible que les permita seguir luchando.